El auge del comercio electrónico está redefiniendo el sector inmobiliario logístico en todo el mundo, impulsando una demanda sin precedentes de espacios eficientes y bien ubicados. Operadores, inversores y minoristas están revisando sus estrategias para adaptarse a este nuevo paradigma, donde la rapidez de entrega y la optimización de recursos marcan la diferencia.
Este artículo explora las tendencias, cifras y retos que están moldeando este mercado en expansión, desde la transformación de las tiendas físicas hasta la proliferación de centros de última milla en entornos urbanos.
El comercio electrónico se ha consolidado como el principal motor de demanda del sector. En Estados Unidos, en 2024, representó el 56% del crecimiento de las ventas minoristas, con un alza del 8.0% interanual frente al 1.8% de las tiendas físicas. Los grandes minoristas están reduciendo espacios comerciales tradicionales y ampliando sus infraestructuras logísticas para satisfacer esta nueva realidad.
En Europa, la expansión del e-commerce provocará un aumento anual estimado entre 1.39 y 1.86 millones de metros cuadrados de espacio logístico en los próximos cinco años. Esta tendencia se explica por la penetración todavía baja en Europa continental (10%) frente al 33% del Reino Unido, lo que abre un importante margen de crecimiento.
En España, el interés de inversores y operadores sigue al alza: 53% de las empresas del sector esperan incrementar la superficie contratada en los próximos tres años, impulsadas por un entorno económico estable y la creciente demanda de servicios de distribución rápida.
La logística de última milla se ha convertido en un elemento crítico para la satisfacción del cliente. La tendencia hacia centros logísticos urbanos y microalmacenes busca acercar los productos al consumidor final, reduciendo tiempos de entrega y costes de transporte.
Se prevé un incremento del 25% en centros logísticos urbanos para 2025. Además, el diseño modular y la flexibilidad operativa permiten adaptarse a los picos de demanda generados por campañas como Black Friday y temporada navideña.
Ante el elevado precio del suelo y la intensa competencia, el sector invierte en automatización y digitalización para maximizar la eficiencia. Estas innovaciones optimizan el aprovechamiento del espacio y reducen los tiempos de procesamiento de pedidos.
La integración de estas tecnologías permite anticipar cuellos de botella, reducir errores y ofrecer un servicio más ágil y fiable.
La sostenibilidad se ha convertido en una prioridad creciente para operadores y propietarios. El enfoque en la cumplimiento de requisitos ESG y energéticos es fundamental para mejorar el desempeño ambiental y atraer capital responsable.
La implementación de paneles solares, certificaciones verdes y sistemas de reutilización de agua son algunas de las iniciativas que reducen la huella de carbono y optimizan el consumo energético de las instalaciones.
Compañías asiáticas como Shein, AliExpress y Temu han capturado el 34% de las órdenes online en España y están transformando los flujos logísticos europeos. En Alemania, su cuota pasó del 2% en 2022 al 7% en 2024.
Este fenómeno potencia la demanda de infraestructuras flexibles, cerca de puertos y aeropuertos, capaces de gestionar grandes volúmenes y ofrecer entregas ultrarrápidas.
El capital global sigue apostando por el sector. En México, la inversión en inmobiliario logístico podría pasar de 47 mil millones de dólares a 177 mil millones en la próxima década, impulsada por la tendencia de nearshoring y el fortalecimiento de la industria manufacturera.
A pesar de la incertidumbre macroeconómica, en Europa existe un optimismo renovado entre los operadores y una creciente demanda de espacios modernos, eficientes y sostenibles, lo que genera atractivas oportunidades de rentabilidad y revalorización del activo.
El e-commerce está redefiniendo el panorama del inmobiliario logístico, creando espacios más eficientes, tecnológicos y sostenibles. La adaptación a estas tendencias es clave para mantener la competitividad y responder a las crecientes exigencias de los consumidores.
Invertir en innovación, flexibilidad y responsabilidad ambiental permitirá a los actores del sector transformar retos en oportunidades y liderar un mercado en constante evolución.
Referencias