El panorama energético global vive una transformación sin precedentes. La urgencia climática, la evolución tecnológica y la seguridad geopolítica convergen para impulsar un cambio de paradigma.
Para 2025, se prevé un récord histórico de 3,3 billones de dólares destinados a la energía, con un fuerte empuje de las renovables y tecnologías asociadas.
La inversión en tecnologías de energía limpia alcanzará los 2,2 billones de dólares, superando al sector fósil prácticamente al doble. Este volumen sitúa a las renovables como el eje central de la transición energética, en un contexto de inestabilidad geopolítica y presión ambiental.
El crecimiento sostenido desde 2020 se refleja en el aumento constante de capacidades instaladas y en la mejora de la competitividad de tecnologías clave.
Estos valores reflejan la apuesta clara de gobiernos y sector privado por diversificar fuentes y asegurar un suministro estable.
El sector solar fotovoltaico encabeza la inversión en renovables. Se espera que destine cerca de 450.000 millones de dólares en 2025, consolidando su posición gracias a la caída del 50% en los costes de módulos desde finales de 2022.
El almacenamiento en baterías, un elemento fundamental para la estabilidad renovable, también experimenta un crecimiento acelerado, con casi 65.000 millones previstos. Esto permite gestionar la intermitencia y garantizar un suministro continuo.
Varios elementos explican el auge en la inversión en renovables:
La integración de redes inteligentes y la electrificación de sectores como el transporte intensifican la demanda de energías limpias.
La dependencia de combustibles fósiles se ha visto cuestionada por tensiones internacionales, especialmente tras la crisis en Europa por el gas ruso.
Las energías renovables ofrecen autonomía energética y seguridad, al basarse en recursos locales y reducir la exposición a fluctuaciones del mercado global.
Además, la inversión en renovables se alinea con los compromisos climáticos de países y empresas, reforzando la soberanía y resiliencia de sistemas eléctricos ante eventuales crisis.
Las previsiones indican que, para 2030, la solar podría generar el 17% de la electricidad mundial, superando al carbón y al gas en escenarios 2035.
Otras áreas en expansión:
La combinación de estas tecnologías permitirá una transición más eficiente y una reducción significativa de emisiones.
En conclusión, el protagonismo de las inversiones en energías renovables refleja una transformación profunda del sector energético. Las cifras récord, el liderazgo solar y el impulso al almacenamiento demuestran la madurez de soluciones limpias.
Las renovables no solo responden a un desafío ambiental, sino que representan una oportunidad económica y estratégica para países y empresas que apuesten por un futuro sostenible y seguro.
Referencias