En los últimos años, los fondos indexados han emergido como una de las alternativas de inversión más eficientes para gestores institucionales. La creciente preocupación por los costes de gestión y la volatilidad de los mercados ha impulsado a grandes instituciones a reconsiderar sus estrategias tradicionales. En este artículo, analizamos las razones de este fenómeno, sus ventajas clave y las perspectivas de futuro.
La relevancia de los fondos indexados en las carteras institucionales no es un fenómeno aislado, sino el resultado de un conjunto de tendencias macroeconómicas, financieras y técnicas que convergen en un entorno global cada vez más complejo. A continuación, desglosamos los principales aspectos a tener en cuenta.
Los fondos de inversión indexados son vehículos de inversión colectiva que replican de forma sistemática un índice de referencia, como el IBEX 35 o el MSCI World. Su filosofía consiste en ajustar la composición de la cartera conforme cambian los componentes del índice, evitando así la toma de decisiones discrecionales que puedan generar sesgos.
A diferencia de los ETFs, que se negocian en mercados secundarios, los fondos indexados no se compran ni venden en bolsa. Sus operaciones se realizan al valor liquidativo publicado por la gestora, lo que implica menor volatilidad intradía y una gestión más estable en el largo plazo.
La inflación continúa en niveles elevados a nivel global, lo que ha llevado a los gestores institucionales a priorizar la rentabilidad real ajustada al riesgo. La combinación de políticas monetarias divergentes, tensiones geopolíticas y fragmentación de cadenas de suministro refuerza la necesidad de una diversificación global.
Tras la rápida recuperación post-pandemia y el apoyo de estímulos monetarios masivos, los índices bursátiles alcanzaron niveles históricos. Sin embargo, se estima que el crecimiento futuro se modere, reforzando la importancia de estrategias de bajo coste y riesgo controlado.
Desde septiembre de 2022, la gestión discrecional de carteras en España alcanzó 108.000 millones de euros, representando más de una cuarta parte del patrimonio total distribuido a través de instituciones de inversión colectiva. En 2025, esta cifra ha seguido al alza, con un claro sesgo hacia fondos indexados globales.
La suscripción neta en fondos de inversión ha registrado un incremento sostenido durante la última década, sumando casi 173.000 millones de euros en nuevas aportaciones. Esta tendencia de crecimiento sostenido refleja la confianza de los inversores institucionales en la estabilidad y la eficiencia de estos productos.
Al seleccionar fondos indexados, los gestores valoran diversos factores:
La presión por reducir gastos de gestión y mejorar la eficiencia ha sido clave. Los fondos indexados ofrecen una estructura de costes más baja y predecible, lo que encaja con los objetivos de muchas instituciones que no buscan rendimientos extraordinarios, sino consistencia y control de la volatilidad.
Además, la estandarización en los procesos de valoración y reporte de los fondos indexados facilita su integración en sistemas de compliance y riesgo, aspecto fundamental para las entidades sujetas a estrictas normativas.
De cara a los próximos años, se espera que los fondos indexados sigan ganando cuota en carteras institucionales. La combinación de bajos costes, diversificación global y simplicidad operativa supone una propuesta de valor difícil de igualar para otros vehículos de inversión.
Las tendencias apuntan a una consolidación de la gestión pasiva en el universo institucional, con un mayor peso de índices globales y temáticos que permitan capturar oportunidades en sectores emergentes sin renunciar a la eficiencia de costes. En un entorno de incertidumbre persistente, la consistencia en el largo plazo será el criterio decisivo.
En definitiva, los fondos indexados ofrecen a las instituciones un equilibrio entre riesgo, rentabilidad y coste, convirtiéndose en un pilar fundamental de las estrategias de inversión más avanzadas. Su crecimiento refleja una evolución natural del mercado hacia modelos más transparentes, estandarizados y orientados a resultados sostenibles.
Referencias